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El blog de Pepe Mendoza

ALEJANDRO

ALEJANDRO

ALEJANDRO

     Hoy quiero hablarles de Alejandro, mi héroe favorito. No escala paredes, como el hombre araña; no se pone verde cuando se enfada, como el Increible Hulk; no se eleva por encima de los rascacielos para acabar con las fuerzas del mal. No. Mi sobrino Alejandro no es un héroe con alma justiciera y sed de venganza. Él se enfrenta a las "cornás" de la existencia, como en los versos de León Felipe: con una lanza rota y una visera de papel. Es el suyo un heroismo que se construye a diario sobre el andamiaje de tres virtudes monumentales: coraje para vivir, generosidad para convivir, prudencia para sobrevivir. Un heroismo que nos ayuda a vivir con su sola presencia, haciéndonos más dignos, más sensibles, más humanos. Porque hay un rayo de sol en su lucha que ilumina y da calidez a nuestra existencia, que siempre deja la sombra vencida.

     Alejandro, cosecha del 95, se empeñó en vivir, pertinaz y tozudo, contra todo pronóstico. Las condiciones objetivas, esas de las que hablaba Carlos Marx, no le fueron, ciertamente, muy propicias. Un médico indecente y usurero que le miraba sin verlo; los números sin alma de la estadística, la cruel desesperanza... Pecata minuta, ante la irresistible fuerza de la vida. Mi sobrino hubiera sobrevivido incluso al Apocalípsis. Querer vivir, dicen, es la primera condición para estar vivo, y contra el pesimismo de los hechos se alza, casi siempre victorioso, el optimismo de la voluntad. Y a tesón y a coraje moral, nadie le gana a este cadista (¿tú crees que ascenderemos, Alex?) de la Barriada de La Paz.

     Si Dios existe, si es ese ser justo y bueno del que nos hablan los santos y los pobres, hoy acudirá, del brazo de la abuela Isabel, a la Iglesia de San Francisco, en Cádiz. Ambos, humildes y orgullosos, esbozarán una sonrisa de complicidad cuando Alejandro comulgue, nervioso, en la fiesta solidaria del pan compartido. Y como cada mañana, le susurrarán al oído: Alejandro,  levántate y anda. Levántate y nada. Levántate y juega. Levántate y vive.

(Columna publicada en el periódico Noticias Locales el 14-05-2005)