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El blog de Pepe Mendoza

ALGUNOS DE LOS NUESTROS

ALGUNOS DE LOS NUESTROS

ALGUNOS DE LOS NUESTROS

     El bombero que se negó a colaborar en el desahucio de una anciana y fue condenado “por alterar el orden”. La mujer de 60 años que subía y bajaba a hombros a su hijo, paralítico cerebral y con distrofia muscular, desde un tercero sin ascensor. El parado sin subsidio que oyó por la radio que el ex Director General de Trabajo de la Junta y su chófer gastaban 25.000 euros al mes en cocaína con el dinero de las ayudas para el desempleo. La profesora de literatura que pagaba todos las mañanas el desayuno a un alumno sin derecho al pan nuestro de cada día. Los pacientes de hemodiálisis que tenían que llevarse la almohada de casa.

     El ex alcalde de esta ciudad, toda la vida buscando los huesos de su padre, que se quedó sin palabras cuando escuchó decir al portavoz del Gobierno de España que las víctimas de la dictadura solo se acuerdan de sus familiares cuando hay subvenciones. La pareja que vive con sus dos hijos pequeños en una cochera de diez metros cuadrados sin agua corriente. La maestra que se comprometió a pagar de su bolsillo el material escolar para que no cerraran la escuela rural. La amiga que al  terminar la carrera se fue a Inglaterra de au pair y tiene una habitación en Facebook, pintada de azul nostalgia, con vistas a La Puntilla.

     Los preferentistas que dejaron su sudor, sus ahorros y su salud en manos de unos gánsters de reconocido prestigio. La administrativa de una empresa contratada por cuatro horas al día, a la que le pagan por seis y echa diez. La autónoma que para sacar 938 euros al mes tiene que ingresar 2.000. El licenciado en económicas que trabaja de expendedor en la gasolinera en la que habitualmente reposto y me ilustra algunas mañanas sobre las oscilaciones en el precio del barril de Brent. El estudiante dominicano de notas excelentes que quiere ser ingeniero y no puede ir a la universidad porque su madre, que limpia casas por horas, no puede pagársela. El viejo y la vieja militante de la vida, expertos en naufragios, marineros rasos en muchas mareas ciudadanas.

     Decía Ganivet que cuando los de abajo se mueven, los de arriba se caen. El domingo tenemos que seguir moviéndonos. Aún quedan muchos de los de arriba por caer. Y muchos de los nuestros por levantar.

     (Diario de Cádiz, 18 de diciembre de 2015)