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El blog de Pepe Mendoza

CORRÍGETE ÁNGELA

CORRÍGETE ÁNGELA

CORRÍGETE ÁNGELA

Este eterno aspirante al Pulitzer de periodismo ha podido saber que el pasado lunes se encendieron todas las alarmas en el Ayuntamiento de nuestra ciudad. ¿El motivo?: un informe confidencial recibido en el Gabinete de Alcaldía, firmado, no se lo van a creer, por la mismísima Ángela Merkel. En el documento, la canciller alemana recomendaba (es un decir) un ajuste durísimo  en nuestra feria de primavera, que empezaría a aplicarse ya en la velada, como paso previo para negociar el rescate de la portada del recinto de Las Banderas, intervenida, como todos ustedes saben, por la Unión Europea.

Tras unas primeras horas de enorme desconcierto, el primer edil se puso en contacto con su socio de gobierno, Antonio Jesús Ruíz, que le contestó por el messenger que Andalucía guapa, gitana mujer morena, despierta que eres libre gitana de tus cadenas, lo que Moresco entendió como un nuevo acto de deslealtad que, casi con toda seguridad, tendrá consecuencias en el futuro. Así las cosas, el martes se constituyó un gabinete de crisis formado por el alcalde y por los concejales de cultura, Millán Alegre y Olé, y de fiestas, Millán Alegre y Olá. La noche del miércoles, tras arduas negociaciones, una hora antes del encendido del alumbrado, se alcanzó un principio de acuerdo por el que la Merkel aceptaba una demora de un año en el plan de ajuste a cambio de una serie de contrapartidas que, al menos oficialmente, no han trascendido. Fuentes bien informadas, sin embargo, apuntan que entre las compensaciones figuran la puesta en funcionamiento, bajo bandera alemana, del Vaporcito, que pasaría a llamarse Helmuth III, y la creación de una nueva franquicia de la web de José María Morillo: Habitantes y Gentes de Mönchengladbach.

Pero pasemos a desglosar algunas de las inasumibles medidas que exige la cortijera de Europa. Para sanear las arcas municipales pide, agárrense a junior que vienen curvas, que se implante ya, a modo de prueba, el futuro impuesto sobre las autovías en las pistas de coches choques. También apuesta por la sustitución del albero del Real (al que ella llama Bayern Munich) por arena volaera, que es más barata. Demanda, además, la clausura de aquellas casetas en la que suenen sevillanas que puedan contener críticas veladas a las políticas de austeridad vigentes. Y ponía dos ejemplos, en su idioma, que sin música, la verdad, ha costado traducir. Eesa de wir nichts verpassen (que no nos falte de na, que no, que no), y esa otra cuyo estribillo dice Ich bin froh, als Cousin Bruder, wie ich glücklich bin, das Black-footed Schinken (como me alegra, primito hermano, como me alegra, el jamón serrano de pata negra).

El informe contiene también nuevas medidas de contención del gasto. Dos de los sectores que se verían más perjudicados por las mismas pertenecen a la muy noble y honrada estirpe de los charlatanes de feria: los trabajadores de las tómbolas y los turroneros, colectivos generosos donde los haya. Una Directiva comunitaria obligaría a los primeros a desmontar la bicicleta y entregarla, con cada sorteo, por partes, vale por un guardabarros, vale por una cadena, vale por media docena de radios. Los turroneros también tendrían que racionalizar la oferta, sancionándose a todo aquél que por 5 euros de nada continúe entregando las seis tabletas surtidas y el estuche de mantecados y el de mazapán y el de alfajores y, de propina, la fruta escarchada.

Como ven, más de lo mismo. No hay subvenciones para proyectos de I+D+I, a los que podría acogerse, por ejemplo, la señora Tere con su tartana, que en los tiempos de bonanza, ¿recuerdan?, vendía bocadillos como le daba la gana. Ni una ley de protección integral para los ponis, que son los chinos de los équidos, los parientes pobres de los caballitos de la Reina (serían, más bien, los elefantes del Rey), trabajadores infatigables que saben que la vida da muchas vueltas pero siempre para el mismo sitio. Ninguna ayuda pública, tampoco, para las casetas de miedo, un sector que pide a gritos una reconversión, ya que, desde que se inició la crisis, más que susto dan risa, pues el verdadero horror está afuera, en la calle.

En fin, suponemos que el año que viene habrá que volver a negociar duramente. Aunque si por mi fuera, yo le daría a Doña Ángela la portada pa ella pa siempre, por si algún día se le desencaja la puerta de Brandenburgo.  Siglos llevamos sin contraportada y el libro abierto de nuestra fiesta más entrañable jamás se descosió.

Por lo demás, haga usted el favor de desembotellar todas las alegrías acumuladas, que estos días de vino y de rosas reparan algo las penurias sufridas durante el año y devuelven siempre la confianza en la vida. No deje, por lo que más quiera, que le recorten nunca el viejo afán de celebrar.

     (Diario de Cádiz, 6 de mayo de 2012)