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El blog de Pepe Mendoza

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL WIFI

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL WIFI

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL WIFI

Catroce días y catorce noches seguidas llevan los de Orange diciéndome, con letra y música de The Beatles, que todo lo que necesito es amor. Puede que sea verdad, no digo yo que no. Pero yo los llamo porque de lo que estoy falto es de teléfono fijo, de ADSL y de megas. Para eso, y no para que me hablen de nuestras carencias afectivas, se deja esta familia numerosa a principios de cada mes una pasta desde hace más de una década.

Conforme van pasando los días, también les pido que dejen de tomarme el poco pelo que me va quedando. Porque aunque según su argumentario corporativo el plazo de subsanación de incidencias no excede de 48-72 horas, son ya catorce días y catorce noches esperando que me solucionen la mía. Alguna vez, incluso, me han sacado de la cama para hacer pruebas al filo de la madrugada.

El relato de mis llamadas cada vez más desesperadas es siempre el mismo. Marco el 1470. Empieza a salirme espuma por la boca. Mi mujer y mis hijos van corriendo al mueble del baño a por el tensiómetro, Suena el estribillo de All you need is love veinte o treinta veces. Los Beatles como teloneros del operador de turno que salta al escenario y me pregunta, melifluo y dicharachero, que en qué puede ayudarme. Yo grito como un poseso all you need is vergüenza, profesionalidad, decencia, etc., etc.. Mi mujer me señala el tensiómetro y hace la señal de la Santa Cruz. El operador no se altera, elude responsabilidades y expide su ración de diaria de presunción de culpabilidad. Un día la culpa es del router, otro del PTR, al siguiente de Telefónica. O de lo lejos que me fui a vivir del repetidor. O del booguie. O del cha-cha-cha. Cuando cuelgo, estoy solo y con la presión arterial por las nubes. Los míos se han encerrado en sus cuartos aterrorizados, como si fueran la mujer de Jack Nicholson en la escena de El Resplandor en la que él se lía a hachazos con la puerta.

Igual necesito mucho amor, no digo yo que no. Y algo más de calma también. De hecho, esta tarde cambiaré de estrategia. En defensa propia ya tengo preparada otra canción de los chicos de Liverpool para combatir al enemigo con sus mismas armas. Cuando termine de sonar “Al you need is love”, les voy a poner “Hello, Goodbye”.