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El blog de Pepe Mendoza

HÉROES DE NEGRO

HÉROES DE NEGRO

HÉROES DE NEGRO

     No se si tuvieron la oportunidad de leer el magnífico reportaje, titulado “Escuelas de violencia”, que firmó el lunes, en este diario, Pedro Ingelmo. Búsquenlo en Internet y verán que hay un deporte de alto riesgo más peligroso que el rafting, el parapente y el barranquismo juntos: ser árbitro de fútbol base en la provincia de Cádiz. Si tienen a algún hijo con dos apellidos bien sonoros, que ya desde pequeñito prefería que las tarjetas de cumpleaños fueran amarillas y rojas, vayan quitándole esa vocación suicida de la cabeza: 16 agresiones físicas a colegiados, algunas a menores, llevamos esta temporada.

     Cada fin de semana, decenas de chavales saltan al terreno de juego, silbato en mano, con la loable intención de impartir justicia balompédica y ganarse un dinerillo extra. Cada fin de semana, decenas de padres, presidentes, entrenadores y otros especímenes que saben de fútbol más que Di Stéfano y Luis Suárez juntos, se enfundan orgullosos la zamarra ultra y, por el mismo precio, dan clases de ética deportiva e imparten seminarios intensivos de  pedagogía integradora a ras de césped.

     Sé muy bien de lo que habla Ingelmo: tengo un hijo que juega en la segunda provincial de cadetes y llevo años cultivando, resignado, la vergüenza ajena. Yo he visto a un alevín marcar un gol y ponerse el índice en la boca mandando a callar al público, y a su madre celebrando risueña la ocurrencia tan graciosa del chiquillo. Y he visto también a un padre gritándole desde la grada a su hijo que pidiera el cambio porque el entrenador no le había dejado tirar un penalty.

     Cuenta el responsable de los árbitros gaditanos, José Antonio Álvarez, que organizaron unas jornadas llamadas “Conoce a tú árbitro” y solo aparecieron dos equipos. Aún así, habrá que seguir insistiendo en la reeducación de todo tipo de cafres, pequeños y mayores, que creen que la formación  en valores es una mariconada que  no tiene sitio dentro de los estadios, porque el fútbol, como el Fundador, es cosa de hombres.

     (Diario de Cádiz, 21-04-2011)