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El blog de Pepe Mendoza

OBREROS

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     Los maestros que más han influido en mi formación humana no pertenecen al gremio de la enseñanza, sino al movimiento obrero. Tuve el honor, recién salido del tiempo convulso de la adolescencia, de conocer a algunos militantes de izquierda que me enseñaron a mirar, a comprender, a decir no, a rebelarme, a adentrarme en los misterios de la filantropía. Aquellos autodidactas tenaces, casi todos brillantes oradores, pasaban su jornada laboral en los tajos más duros, y luego, en el poco tiempo libre que les quedaba,  nos educaban  con la esperanza y el convencimiento de quienes se veían a sí mismos como soldados derrotados de una causa invencible. Queda muy poco ya de ese hermoso legado ético. De aquella forma elegante de estar en el mundo que llenó de dignidad un tiempo indigno.

     Les recordé el otro día, mientras leía el informe de los peritos judiciales sobre las causas del cierre de Delphi, que viene a corroborar lo que ya se sabía: que junto a una mayoría de trabajadores decentes, existía también un número considerable de profesionales de la IT, de escaqueados sin escrúpulos morales que olvidaron la vieja máxima de que con las cosas de comer no se juega. Y volví a evocar a esos hombres y mujeres, a quienes debemos una buena parte de nuestro estatus de señoritos privilegiados, al oír las provocadoras declaraciones del secretario general del Sindicato de la Policía Local de Jerez, para quien la ausencia al trabajo del 60 % de sus compañeros, simulando una enfermedad, "sólo muestra que la plantilla del 092 está más fuerte y más unida que nunca". Muestra más cosas: un desprecio absoluto por la ciudadanía a la que se deben y una falta de honestidad profesional que deslegitima sus reivindicaciones por muy justas que pudieran ser.

     Ahora que tanto abundan los parados sin esperanza y los ocupados sin conciencia, es bueno recordar a aquellos militantes de la vida que nos enseñaron otra manera más honrada y generosa de entender la lucha por la dignidad obrera.

     (Columna publicada en Diario de Cádiz el 08-04-2010)