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El blog de Pepe Mendoza

PARTIDO A PARTIDO

PARTIDO A PARTIDO

PARTIDO A PARTIDO

El viernes teníamos un desafío importantísimo entre barriadas, a las ocho y media de la noche, en la Fundación Alberti. El partido de la semana, esos que ahora se llaman el partido del siglo. Pero se ha vuelto a suspender. Ya nos pasó en marzo. Seis meses llevamos con la bolsa de deportes hecha, sin querer deshacerla, con el libro “Del balón enamorado” dentro, la zamarra del equipo de cada uno, el álbum de cromos de la Liga de la infancia, el video con los mejores goles de Estudio Estadio… Ojalá hubiera una moviola que nos retrotrajera al momento anterior al inicio de esta pesadilla. Es una frustración parecida a la que sentíamos de niños, cuando nos levantábamos ilusionados un sábado para jugar en un descampado cualquiera, y no hacía falta asomarse a la ventana. Tu madre, aquella recta Delegada de campo del equipo de casa, ya se encargaba de anunciarte que estaba cayendo el diluvio universal y que tocaba sesión de táctica y estrategia con los Juegos Reunidos Geyper.

Durante estos seis meses sin fútbol hemos comentado en la plazoleta del whatsap las jugadas y las jugarretas que nos han tocado vivir en este tiempo. Lloramos la muerte por el virus de Capón, aquel correoso lateral izquierdo del Atleti que parecía un revisor de RENFE. Y la de Benito, el bravo central del Madrid que desde que posaba para la prensa gráfica ya parecía estar diciéndole al delantero centro contrario “la que te ha caído, chaval”. Nos hemos deprimido viendo el peor fútbol del mundo: el de los estadios sin aficionados. Aunque también, no todo va a ser malo, hemos ganado y festejado el premio Agustín Merello, el Trofeo Carranza (del Carranza de entonces) del periodismo, con un golazo de falta, a lo Luis Aragonés, del capitán del equipo, Fernando Santiago. También escribimos, despacito, con buena letra y sin salirnos, la redacción que nos mandó el maestro de Lengua, “El partido de mi vida”.

Esperaremos a que escampe, no nos queda otra. Yo al menos no pienso deshacer la bolsa. Uno sigue del balón enamorado, aunque el balón de reglamento de la vida se nos haya pinchado y no haya manera por ahora de encontrar un parche y un bombillo que nos permita llenarlo. Lo arreglaremos en cuanto podamos. Lo importante ahora es que nadie se quede en el dique seco, que todos podamos volver a ir convocados. En El Puerto, por supuesto. El equipo de Joaquín, Enrique Montero, Zunzunegui, Carmelo, Ojeda, Antonio Arias, Abraham Paz, Iza Carcelén, Carlos Neva… No hay prisa. Partido a partido.