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El blog de Pepe Mendoza

SE EXPLICAN DIVINAMENTE

SE EXPLICAN DIVINAMENTE

SE EXPLICAN DIVINAMENTE

     El ministro de Trabajo ha declarado que el Gobierno no está comunicando bien su propuesta de reforma laboral, pero a mi me parece que se explican como un libro abierto. El domingo pasado, el propio Corbacho volvió a hablar, y yo, que soy más bien cortito, le entendí todo. Dijo: "La crisis no se arreglará con una sola reforma". En román paladino eso quiere decir "agárrense a Junior, que vienen curvas". Desde una óptica marxista, tendencia Groucho, la interpretación es: "Esta es mi primera reforma. Si no les gusta, tengo otras".

     Así que ya saben, cualquier proposición, por muy indecente que sea, es siempre susceptible de ser empeorada. Y hacia ese despeñadero vamos. Visto lo que se avecina, uno se conforma con que los desórdenes del trabajo no dañen aún más a las familias, que ese si que es un ataque frontal, a pesar de que aún no hayamos oído a Martínez Camino quejarse porque muchísimos padres y madres no pueden ver a sus hijos despiertos y rezar con ellos, cuando llegan, extenuados, a casa.

     ¿Qué, les parece que exagero? ¿Sí? Pues pasen y lean una par de  aportaciones al debate recogidas de los medios. El diseñador Adolfo Domínguez aboga por una liberalización total de las relaciones de de trabajo, "sin trabas administrativas ni laborales". "No creo en los derechos que no podamos pagar", ha sentenciado el afamado modisto, que ofrece su tijera para recortar lo que haga falta, pues piensa que la arruga del paro es plebeya. Al catedrático José Barea, que fue ministro del PP, le parece que a los 67 años todavía no hemos salido completamente de la pubertad, y plantea que la edad de jubilación debe situarse en torno a los 70.

     ¿Pero no habíamos quedado en que para superar de la crisis hacia falta un cambio de rumbo, que las cosas no podían volver a ser como antes, que las recetas ultraliberales perjudicaban gravemente la cohesión social?

     Se explican todos divinamente. El problema es precisamente ese: que hasta cuando callan son la mar de claros.

     (Columna publicada en Diario de Cádiz el 11-02-2010)