Blogia
El blog de Pepe Mendoza

LOS MAGOS DE CÁDIZ

LOS MAGOS DE CÁDIZ

LOS MAGOS DE CÁDIZ

     Este Papa es una mina. Si hace dos semanas, con lo del buey y la mula, me salvó en el tiempo de descuento del purgatorio del folio sin rellenar o, lo que es peor, del infierno del  folio mal relleno, ayer mismo ungió la ventana de mi ordenador con una buena nueva que hace que esta columna vuelva a escribirse sola.

    Resulta que los Reyes Magos, ha revelado esta vez Don Benedicto, eran andaluces, concretamente de la antigua Tartessos. Y digo yo que puede que Tartessos fuera la denominación genérica de la región, pero la ciudad de Tartessos, la Tartessos de toda la vida y de toda la EGB, correspondía a la única urbe verdaderamente importante de la zona, la Gádir fenicia. Así que hay que construir un nuevo relato con el que convencer al resto del mundo, por lo civil o por lo celestial, del gaditanismo de pura cepa de los tres sabios. Las evidencias no engañan. Si, como siempre se ha dicho, trabajaban poco, eran obviamente de Cádiz, pues aquí el paro empezó a castigarnos ya desde Hércules, el primer dios desempleado, que se pasaba los lunes al sol en bañador acariciando leones como si fuera Daktari. 

     Pero hay que ponerse a currar ya, insisto, y organizar un Bimilenario en condiciones, antes de que Sevilla se apropie, como siempre, de la historia, y diga que eran de Triana, y que con el oro que trajeron de vuelta los Magos ellos hicieron una torre, con el incienso montaron la Semana Santa mucho antes de que Pilatos comprara la palangana y que la mirra la aprovecharon los tatarabuelos de Victorio y Luchino para crear la fragancia Capricho de Mirra. Cuidado también con el lobby independentista de Jerez, capaz de defender la tesis de que la pedanía de El Portal la fundaron los Reyes tras volver entusiasmados de Belén, y que a la Venta le llamaron El Pollo porque así se refería Herodes al niño en privado mientras preparaba lo de los santos inocentes. 

     Si la venida anunciada de Jesús cambió la historia de la humanidad, esta sorprendente revelación puede contribuir a que el futuro de nuestra provincia dé un vuelco espectacular. Hagamos algo pronto con este regalo recién caído del cielo, que nos saque de una vez  para siempre, cagoendiez, de esta ruina de siglos.

(Diario de Cádiz, 7 de diciembre de 2012)