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El blog de Pepe Mendoza

UNOS PANTALONES TRIMILENARIOS

UNOS PANTALONES TRIMILENARIOS

UNOS PANTALONES TRIMILENARIOS

     Unos arqueólogos han encontrado en China los pantalones más antiguos del mundo. No ha trascendido la marca, probablemente porque son falsificados. El modelo sí: son unos pantalones gastados, tampoco era muy difícil averiguarlo. La sorpresa ha sido que fueran vaqueros. Yo pensaba que en esa época, como en mi infancia, sólo había pantalones de vestir. Que el primero que se enfundó los jeans fue James Dean en Rebelde sin causa. Pero parece que no, que el homo metalúrgico ya mataba por unos Levis 501.

     Se calcula que pueden tener unos 3.000 años. Como El Puerto, más o menos. Si los hubiéramos encontrado aquí tendríamos el verano hecho. Un mercadillo medieval de pantalones antiguos y un ciclo de charlas de los chicos y chicas de Cultura. “Estos pantalones se los regaló Menesteo a un sobrino suyo, etc.”. Y así salimos un poco de la ruta del vino y de la Guerra de la Independencia, que parece que llevamos toda la vida con una botella en una mano y un arcabuz en la otra.

     Se imagina uno el diálogo entre el sobrinillo y Menesteo: - Tío Menes, tío Menes, cómprame unos vaqueros de esos molones que han puesto en el escaparate de “El Aculadero”. – Esa tienda es carísima, Demofonte. – Sí, pero  los únicos que tengo de marca me los compró mi madre antes de la Guerra de Troya, cuando el caballo era todavía un potrillo. Y tío Menes: - Vale, pero vamos a Porto Moda Primitiva, que seguro que allí están más baratos.

     El vendedor: - Hombre, señor Menesteo, qué alegría verle. Llevo años queriendo agradecerle que nos fundara. Pero me va usted a permitir que le diga, no se lo tome a mal, que este pueblo necesita ya una refundación. Si usted no se ve con fuerzas pues abdique, pero esta desembocadura es una ruina. Bueno, ¿qué desea? – Mi sobrinillo, que quiere unos pantalones. – Los tengo rebajados de la temporada anterior, o sea, del Neolítico. Pasados por la piedra, como es lógico. Y también estos, ya de la nueva, la Edad de los Metales. Aquí tiene usted pantalones para largo, esto es carne de perro.

     Yo seguiría excavando en Pozos Dulces. A lo mejor aparece, quién sabe, una enagua de Doña Blanca, la señora esa de El Poblao. Algo, no sé, que podamos venderle al mundo y nos ayude a salir de esta depresión interminable

     (Diario de Cádiz, 6 de junio de 2014)