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El blog de Pepe Mendoza

HABLEMOS DE ESO

HABLEMOS DE ESO

     El periodista David Barba acaba de publicar 100 españoles y el sexo, un libro de entrevistas en el que personajes públicos de la sociedad española nos cuentan sus aventuras y desventuras con, según Woody Allen, el órgano más importante de su cuerpo, por delante incluso del cerebro. Por razones de espacio, nos detendremos en los más veteranos.

     Manuel Fraga asegura que jamás en su vida se ha puesto un presevartivo (la contundencia en la respuesta nos hace pensar que tampoco piensa utilizarlos en el futuro). Además, el gallego indomable confiesa que aún guarda el meyba sobaquero con el que se bañó en Palomares. "Me lo he puesto luego muchas veces y les aseguro que tengo los cojones en el mismo sitio y no he notado nada de nada", declaró hace ya algunos años con la sensibilidad  que le caracteriza.

     Otro superviviente, Santiago Carrillo, uno de los pocos españoles capaz de fumar entre cópula y cópula siete u ocho cartones sin que de ello podamos deducir una cierta irregularidad en su actividad amatoria, declara que en su día  le ofrecieron señoras bellísimas a las que tuvo que decir que no por seguridad nacional. Los jóvenes comunistas trataban de ligar desesperadamente, pero no permitíamos desmanes, asegura el curtido político. Pues vaya mierda de paraíso comunista, ¿no?, decimos nosotros.

     Alfredo Landa, ese sex symbol alternativo que se ha pasado media vida en calzoncillos (todavía nos cuesta verle vestido), recuerda que la censura prohibía sacar trajes de baño con señoras dentro. Cuenta que su madre le preguntaba siempre lo mismo: ¿No serán verdad todas esas porquerías que cuentan de ti y las suecas? Y él asegura que  no se comía una rosca. Qué duros debieron ser los rodajes, de cintura para abajo, para nuestro macho ibérico más entrañable.

     Más allá del intento de trazar el recorrido erótico de la historia de nuestro país, poco aporta el libro sobre esa fiesta de los cuerpos íntima y gozosa, grotesca quizá cuando nos dejamos abierta la puerta del dormitorio. Nada nuevo, en fin, bajo la ropa interior.

     (Columna publicada en El Diario de Cádiz el 16-07-2009)

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