Y NO SE ME OCURRE NADA
Se va agosto, menos mal, un mes que también debería ser inhábil para escribir artículos de opinión. Cuánto lamento ahora no haber apoyado al compañero Modesto Barragán, nuestro Delegado de Prevención, que ya a principios de verano advertía del riesgo que supone para la salud enfoscar columnas a pleno sol, con los pies colgando de un párrafo, mientras repellamos un punto y aparte.
Aunque tarde, asumo sus justas reivindicaciones, pero confieso que lo hago por puro egoísmo, pues me acaba de ocurrir lo peor que le puede pasar a un columnista: me he quedado sin tema. Son las cinco de la tarde del miércoles, antes de las seis debo enviar al periódico dos mil caracteres, y ni siquiera se todavía de qué voy a escribir. Los pájaros de la zozobra vuelan sobre mi cabeza (mira que eres cursi, qué pedante eres, me digo con música de bolero y la autoestima a la altura de un pozo minero).
Las cinco y media. Le pido a mi mujer y a mis hijos que por favor hablen un poco más bajo, que me desconcentran, aunque de pronto caigo en la cuenta de que se fueron todos a la playa esta mañana y aún no han vuelto. Desesperado, me levanto, cojo una recopilación de artículos de Julio Camba y otra de Manuel Alcántara, y se me ocurre que podría copiarle novecientos caracteres a cada uno y poner doscientos míos para disimular. Esta vez no me atrevo.
Podría hablar de Teófila y del drago que se convirtió en mojama, pero algunos me van a acusar sin pruebas (se lleva mucho ahora) de ser un mercenario a sueldo de Pepe Pettenghi. O del municipalismo expansionista de Barroso, que le ha hecho apoderarse de la alcaldía de Puertollano, mas lo mismo Fernando Santiago me pide derechos de autor.
Las seis en punto. Suena el teléfono. Le digo a mi mujer que no me llame que me desconcentra, pero es Rafael Navas, señor, si señor, y me suelta, sin entradilla, que si me he creído que soy Julio Camba o Manuel Alcántara. Le envío, a la voz de ya, esta columna invertebrada, este artículo indeterminado.
Tengo que hablar con el compañero Modesto. Por si me echan.
(Columna publicada en Diario de Cádiz el 27-08-2009, con el título "Tieso (como el drago)")
2 comentarios
Anónimo -
por el total de la palabra humana,
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios,
los ojos de repente son palabras...
...Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera sólo forma humana,
me embelesan sus líneas
y navego en cada resonancia del idioma..."
Pablo Neruda
(Chile, 1904 -1973)
ale -