SUEÑOS DE PAPEL
La vuelta al cole es, para los padres, la vuelta a la papelería. Un servidor de ustedes, por ejemplo, lleva tres semanas comprando material escolar. Si Miguel Ríos vivía en los ochenta en la carretera, dentro de un autobús, yo, cada inicio de curso, me paso las tardes de septiembre y octubre de ruta por las papelerías portuenses. Entre visita y visita, entre sablazo y sablazo, mientras me atienden, leo los titulares de la prensa y me entero de que no se quién quiere tirarse a unas beatillas, ya es que no respetan a nadie. Vuelvo a casa a las tantas, cargado de folios blancos, cuadernos Rubio y bolígrafos negros, caigo rendido encima del pupitre, perdón, de la cama, y cuando el sueño me vence, una pesadilla horrible, siempre la misma, me arruina la noche.
Les cuento. Llego al colegio y el profesor de Pablo me interpela: "A su hijo aún le falta la caja de lápices Alpino, de veinticuatro colores, el cuaderno Edelvives, número 45, de 32 hojas, y las tijeras de punta redonda con cinta con el nombre". Justo cuando, avergonzado, le prometo que de mañana no pasa, me aborda la maestra de Alberto, que con cara de pocos amigos, me dice: "¿A qué está usted esperando para comprarle a su hijo la goma Milán número 430 y los lápices Noris número 2 HB?" Para terminar de enterrar mi autoestima, la tutora de Irene me pregunta desde la ventana de la clase, a voz en grito, el motivo por el que mi hija aún no tiene el pegamento líquido Kliel y el fichero con cinco separadores. Cuando por fin logro escapar corro, como corría El Ratón en sus mejores tiempos, en dirección a la calle Luna, concretamente a la Librería Cortés, pero allí sólo hay material fotográfico.
Es, ya digo, la pesadilla que se muerde la cola blanca de pegar, los sueños de la razón educativa produciendo monstruos con cara de estuche de plastidecor. En el silencio de la noche oigo voces y se me aparece el Inspector de la Pantera Rosa (el de los dibujos animados no, el del Poullet), gritándome: ¡El Toc-Toc de segundo ciclo de Primaria, el libro de plástica de Anaya La tira de colores, las témperas y los pinceles! A veces, mi mujer, asustada, me despierta, Pepe, Pepe, pero yo entiendo repe, repe, has comprado el mismo libro dos veces, atontado.
En fin, que para sacarme la angustia pienso en las próximas vacaciones, pero son Santillana. Así que ustedes perdonen la escasa calidad de este cheque libro, quiero decir de esta primera columna. Por cierto, ¿alguien sabe dónde puedo encontrar una cartuchera blanda con cremallera no metálica?
1 comentario
Maite -
No podria describir mejor nuestro sistema escolar y, ojo, no hablo del Espanol sino del Americano. Aunque, cabe mencionar que aca son aun un poquitin mas exigentes, pues la lista se compone no solo de materiales escolares pero ademas productos de limpieza para todo el ano, lo cual es muy gracioso ya que a mediados de ano te vuelven a pedir. Por favor, siga escribiendo para deleite nuestro.