EL CÓDIGO MORESCO
En todo este vodevil zafio de conspiraciones urdidas en la sombra por el Partido Popular, el argumento central no es, lo que se dice, un prodigio de originalidad: concejal que inventa excusa peregrina y abandona el partido en el que se crió políticamente para ingresar en una formación que lidera las encuestas. Señalar está muy feo, pero esa película ya la hemos visto.
Confieso que nada de lo que El Código Moresco cuenta ha conseguido sorprenderme. El hilo conductor de la historia hilvana acontecimientos demasiado previsibles. Un cargo público de perfil bajo, afable y parece que honrado, que dilapida en dos meses la imagen de hombre veraz que ha cultivado durante quince años ("con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver"). Un alcalde traicionado que declara que Roma no paga a traidores (El Puerto, sin embargo, sí, y muy bien: él hizo el camino inverso de Moresco). Un secretario local socialista que afirma que la proclamación como número uno del ex independiente es una afrenta a los militantes populares (también la suya dice mucho del mal momento que atraviesa el PSOE portuense). Una concejala de IU que ofrece a la opinión pública, tras arduas investigaciones, la trabajada conclusión de su grupo: es una jugada del PP.
Dos escenas, sin embargo, sí que logran conmover y asustar al espectador. Por un lado, la imagen triste, rozando el patetismo, del hasta hace uno días líder del Partido Popular en nuestra localidad. En sus escasas apariciones en los medios parece un deudo abatido que vela su propio cadáver político. La decepción va por dentro, pero las apariencias, como el algodón, no engañan, por mucho que se esfuerce en disimular combinando las dos únicas palabras que el manual del buen militante le autoriza a recitar: "intenso debate", "debate intenso, "intenso, intenso", "debate, debate".
Aunque lo que verdaderamente ha logrado angustiarme ha sido la más que probable irrupción del presidente provincial del PP en la política local. Parece que entre sus proyectos político-laborales (vienen a ser los mismos), el Sr. Sanz contempla ir en puestos de salida en nuestra ciudad, en las elecciones locales de 2007. Él lo ha desmentido lo que, conociendo el valor de la palabra de Sanz, quiere decir que va a ser que sí. Agárrense a junior, que vienen curvas.
Ya sólo falta que el Gran Maestre Cabañas se anime y se presente por El Poblado de Doña Blanca, que, de aquí a entonces, lo mismo es ya una realidad nacional.
(Columna publicada en Diario de Cádiz, el 03-06-2006)
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