AQUELLOS DUROS ANTIGUOS Y UNA GALLINA
El diario El País publicó el pasado domingo una encuesta en la que cien músicos hispanoamericanos elegían las canciones de sus vidas. Sobre el sorprende resultado de la misma tengo dos noticias que darles, una buena y una mala.
La buena: en el puesto 73 aparece Aquellos duros antiguos, que siguen dando que hablar, también fuera de Cádiz, más de un siglo después. Y es que el Tío de la Tiza, padre del inmortal tanguillo, iba muy por delante de su tiempo. Fue él, y no García Márquez, el precursor del realismo mágico, lo que le llevó a ver a medio Cádiz con espiochas, que ya es ver. Europeísta convencido, vislumbró, con muchos años de adelanto sobre la convergencia prevista, una moneda única que iba a dejar obsoletos sus duros y antiguas las pesetas.
Aquí va la noticia mala: los artistas consultados han situado en el puesto 82 la canción ¡Coco Guagua!, aquella que perpetraban Enrique y Ana, y que hablaba de una gallina que cuando era pequeña su mamá se fue y ella muy solita se quedó. La misma historia de Marco, sólo que en lugar de en una humilde morada, el drama sucedía en una granja avícola. La desaparición nunca aclarada de su madre le impidió aprenderse el himno del gallinero, razón por la cual lloraba de tristeza en un rincón.
Como El País es muy moderno, es probable que la alucinante elección de esta canción responda únicamente a cuestiones de paridad, ya que en la misma está representado el colectivo homosexual (Enrique), la infancia (Ana) y la civilización animal (la gallina). Claro que si la designación obedece únicamente a cuestiones de corrección política, yo hubiera elegido mejor La Gallina Turuleca, todo un alegato a favor del incremento de la productividad en estos tiempos de crisis. Además, al ser la pita un caso singular, tal como reconoce Miliki en la propia canción, creo que representa mejor los derechos de las minorías.
Bueno, tengo también una noticia regular, de la que seguro ya se han percatado. Hay días en los que uno se pone a escribir y no se le ocurre nada.
(Columna publicada en El Diario de Cádiz el 26-03-2009)
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