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El blog de Pepe Mendoza

FICCIONES

FICCIONES

     Tiene escrito Paul Auster que nos hacemos mayores, pero que en lo esencial apenas cambiamos. Puede que nos hagamos más refinados, pero en el fondo seguimos siendo como cuando éramos pequeños: niños que esperan ilusionados que les cuenten historias que merezcan la pena. Una historia y la siguiente, y otra más. Un cuento más y ya está, imploraban mis hijos para demorar todo lo posible los terrores nocturnos. No prescriben nunca los miedos de la infancia. Necesitamos la ficción para encontrarle sentido a la realidad, para sobrellevar con unas briznas de esperanza el duro oficio de vivir.

     Se nos han ido esta semana dos estupendos contadores de historias: Robin Williams y Lauren Bacall. Todos fuimos alumnos del profesor Keating, todos formamos parte de aquel club de poetas muertos milagrosamente vivos que reivindicaban el derecho innegociable a soñar, ¡oh capitán, mi capitán! Todos nos enamoramos de aquella joven judía del Bronx que tenía los labios más sensuales de Hollywood. “¿Sabes silbar, verdad? Solo tienes que poner los labios juntos y soplar”, le dice a Bogart en Tener y no tener,  mientras le pide fuego con la mirada gatuna y la voz cavernosa que la inmortalizó.

     Los obituarios nos cuentan estos días que sus vidas reales estaban hechas con los mismos materiales que las nuestras. Que, como usted y yo, buscaban desesperadamente los trozos desperdigados del paraíso. Robin Williams, alter ego del maestro que nos animaba a aprovechar el momento –carpe diem, muchachos- malgastó trágicamente el miércoles todos los instantes eternos que le quedaban por vivir. A Lauren Bacall le costó veinte años salir de una depresión tras la muerte de Bogart, su pareja dentro y fuera de la pantalla. En lo esencial, los humanos somos muy parecidos.

     Qué razón tiene Auster. Envejecemos pero seguimos siendo aquellos niños que esperan ansiosos una historia nueva. ¿Sabes silbar, verdad? ¡Oh capitán, mi capitán! Un cuento más y ya está.

     (Diario de Cádiz, 15 de agosto de 2014)

4 comentarios

Quillo Der Puerto -

Perfecto como casi siempre,D.Pepe,lástima que a muchos de mayores se les olvidara silbar consumiendo programas como los sálvame y demás.

Un entusiasta -

Muy bien llevado, excelente artículo (En Diario de Cádiz)

Manolo -

Siempre leo tu columna porque me gusta. (En Diario de Cádiz)

Antonio Perez Brea -

Enhorabuena Pepe ( aunque no nos conozcamos personalmente )por la descripción que haces,que aunque envejezcamos, seguimos llevando, el niño que fuimos dentro.