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Se muestran los artículos pertenecientes a Agosto de 2010.

VIAJES MARSANS

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     A principios de los 70, mi madre trabajó de limpiadora en Viajes Marsans, en la agencia de El Puerto. En verano, me gustaba acompañarla. Mientras ella adecentaba la oficina, yo viajaba, con la imaginación y con el Capitán Tan, por todo lo largo y ancho de este mundo, de la mano de unas revistas gordísimas que expedían sueños a unos precios que estaban al alcance de cualquiera que no fuéramos nosotros.

     A veces, a la vez que bruñía el suelo o le sacaba brillo al cristal del escaparate, mi madre me hablaba de las dignidades del trabajo y de mi obligación inexcusable de estudiar para ser el día de mañana un hombre de provecho, pero yo andaba ya muy lejos de allí, celebrando un gol de Gárate en el Calderón, comprobando a pie de volcán que el Teide medía los 3.718  metros que decía mi libro de Sociales, o batiéndome en duelo contra un barco pirata a pocas millas de Mallorca.

     Algunas tardes, la fantasía también se iba de vacaciones, y mi avión, a poco de despegar, aterrizaba como podía en la mesa de la señorita Emilia, o en la de Don Joaquín, un señor que, a pesar de venir de una familia tan humilde como la nuestra, se había labrado un porvenir como escribiente.

     Un pirata, con el alma de palo y demasiadas cuentas pendientes, mucho más peligroso que aquéllos contra los que yo luchaba de niño mientras mi madre hacía de la necesidad virtud, ha mandado al paro, esa tierra hostil donde habita la angustia, a los 1.400 empleados de Marsans, una sociedad rentable hasta que comenzó el saqueo. Las navidades pasadas, ya consiguió que Air Comet no levantara nunca más el vuelo.

     Sostiene mi madre que igual que se dictan órdenes de alejamiento contra los que maltratan a su pareja, también deberían prohibir acercarse a las empresas a aquéllos que maltratan a los trabajadores. Y dice también, mientras limpia cansada el cristal amarillo de la memoria, que le da mucha pena que haya cerrado la oficina de Marsans en El Puerto.

     (Columna publicada en Diario de Cádiz el 12-08-2010) 

           

12/08/2010 08:13 Pepe Mendoza #. VIAJES MARSANS No hay comentarios. Comentar.

DE REPENTE, UN TALADRO

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     El verano es la estación de los manitas. No es que durante el resto del año se encierren en su caja de herramientas (algunas, verdaderas mansiones) y dejen de dar la tabarra sobre lo apañados que son y lo bien que manejan la fresadora de superficie, pero con la llegada del buen tiempo intensifican sus críticas al Creador, al que le achacan demasiadas prisas en el acabado del mundo. Piensa el homo habilis del Leroy que, por muy todopoderoso que uno sea, seis peonás son muy pocas, y que el domingo el Gran Arquitecto del Universo debió echar por lo menos medio día.

     Hablamos del torturador de paredes empeñado en acuchillar la sobremesa hasta dejar constancia de que, efectivamente,  puede haber alguien más feliz que un tonto con un lápiz: un tonto con un taladro. Del perito en ruidos al que, en plena profanación de la siesta, nada le sabe tan dulce como su broca. Del asesino de festivos que antes de que cante el gallo ya nos ha despertado tres veces.

     El psicópata de la Black & Decker, por lo demás, utiliza siempre la misa frase para agredir la autoestima del vecino cuando se le pide opinión sobre algún chapú: “Eso no tiene ”. Da igual que usted le pregunte sobre cómo ponerle una bombilla de bajo consumo al Faro de Alejandría o cómo cortarle el césped, sin que nos dé un ataque de vértigo, a los Jardines Colgantes de Babilonia. Eso, si lo sabrá él, no tiene .

     Tal trastorno obsesivo-compulsivo en las extremidades superiores no puede ser bueno. Los romanos, que sabían latín, consideraron el trabajo manual como “un algo de naturaleza maligna”. Nadie se ha atrevido nunca a reprocharles que dejaran el Coliseo a la mitad, que la puerta de Roma siga sin encajar bien del todo o que el Imperio se les viniera abajo de un día para otro por no echar los cimientos en condiciones.

     Yo  prefiero la sierra de Grazalema a la de calar. Sí, lo reconozco, les tengo mucha bricomanía a los manitas.

     (Columna publicada en Diario de Cádiz el 26-08-2010)

26/08/2010 08:16 Pepe Mendoza #. DE REPENTE, UN TALADRO No hay comentarios. Comentar.


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