Se muestran los artículos pertenecientes a Enero de 2011.
PEKÍN ES CÁDIZ CON MÁS CHINITOS

Decía José Antonio Hidalgo el pasado domingo que la Tacita se queda sin plata, que el vientre del cerdito de la hucha comunitaria suena menos que José Vélez. Que estamos tiesos, o sea. Y digo yo que algo habrá que hacer, pues los duros antiguos hace mucho que solo dan para cantar.
Se me ocurre que ahora que el Gobierno ha firmado acuerdos bilaterales con China, por valor de 5.500 millones de euros, podríamos promover un hermanamiento Cádiz-Pekín. Ya está bien de hacer el primo hermanándonos con ciudades que no dejan un duro en las arcas municipales. Con todos mis respetos: más allá de alimentar el tópico homófobo, ¿qué beneficio económico sacamos por ser consanguíneos políticos, en segundo grado, de los nacidos en la ciudad colombiana de Mariquita? Vamos a dejar el romanticismo para tiempos mejores.
Imprescindible, también, crear un Observatorio a través del cual los paisanos de Kung Fu puedan observarnos sin desconfianza, pues es sabido que los nuevos dueños del mundo, en lugar de mirar, sospechan, sobre todo cuando entramos en sus comercios. Este órgano, además, debería trabajar por eliminar algunos de nuestros más hirientes prejuicios, como ese tan extendido de culpabilizarles sin pruebas de todas las desapariciones de gatos que acontecen alrededor de sus restaurantes.
Es probable que tengamos que ceder cuotas de soberanía local, que perdamos algo de nuestra trimilenaria idiosincrasia. Pero es mejor comer con palillos que no comer, aunque para mojar sopones en la salsa agridulce necesitemos un período de adaptación.
Si hay que poner en los bares fotos de Bruce Lee en lugar de las de Antonio Reguera, se ponen. Si el Cádiz C.F. tiene que llamarse Cai Shangai, que se llame. Si hay que cambiar las bases del concurso de agrupaciones para que participen cuartetos chinos con cuatro mil componentes, se cambia. Y si hay que sacar un dragón en procesión el Domingo de Ramos, se saca.
Lo que no podemos es seguir así, por el amor de Confucio.
(Diario de Cádiz, 13 de enero de 2011)
EL PÚBLICO LEE

El próximo domingo, 30 de enero, en Canal Sur 2, a las 8 de la tade, Rafael Argullol hablará con Jesús Vigorra, Carmen, Emilio y un servidor, de su último libro "Visión desde el fondo del mar". Viaje de múltiples viajes, el libro es un compendio de muy diversas experiencias centradas en la vida del autor. Argullol resuelve colocar su foco de observación en el fondo del mar, en lo más hondo del ser, a la búsqueda del fulgor de la existencia.
P.D.: Para ver el programa, pinchad aqui.
http://www.radiotelevisionandalucia.es/tvcarta/impe/web/contenido?id=6525
REFORMAS EN LA ETERNIDAD

Desoyendo a San Ignacio, Benedicto XVI ha decidido hacer mudanza en tiempos de tribulación. No sabemos si por su cuenta y riesgo o a las órdenes del Gran Arquitecto del Universo, el caso es que ha emprendido una serie de reformas estructurales en el Más Allá, una especie de Plan PROTEJA en el centro urbano de la Eternidad. Todo apunta a que tendremos que actualizar el GPS con el que hemos venido circulando por las carreteras interiores de la realidad, aunque les adelanto que los lugares de destino hacia los que debemos dirigirnos el día del último viaje, no quedan tan lejos como nos contó un tal Ripalda.
Para empezar, el infierno ya no tiene su sede bajo tierra, ni se ubica, como pensaba Sartre, en las unifamiliares que habitan los otros, sino que es un fuego que achicharra por dentro, una especie de ardor en la boca del alma que no hay omeprazol que atempere. Tampoco el cielo mantiene abiertas sus oficinas entre cúmulos y cirros. “El cielo de la fe no es el cielo de los astronautas”, ha dicho el pariente alemán de Pedro, con lo que se confirma que a Neil Armstrong no le vale la reserva que hizo en julio de 1969.
El último traslado de domicilio lo ha sufrido el purgatorio, que hasta hace nada era una especie de sala de espera en la que uno debía armarse de paciencia mientras el jurado decidía tu destino en función de la letra, la música y la afinación con la que te habías desenvuelto por los febreros de la vida. Jamás nos dijeron dónde estaba ubicado exactamente, ni nos explicaron por qué si las ánimas eran benditas, tenían que pasarlo tan mal.
Claro que, al final, todo es una cuestión de fe. También dijo el anterior Papa que el limbo, ese lugar que era como estar en Babia todo el rato, había echado el cerrojo, y a mi me da que lo que han hecho es abrir una franquicia en esta acera de la existencia, tal es el estado de atontamiento en el que nos encontramos.
Puede que el espíritu político de Pacheco piense que también la eternidad es un cachondeo y por eso ha vuelto a esta dimensión.
(Diario de Cádiz, 27 de enero de 2011)