Se muestran los artículos pertenecientes a Febrero de 2011.
UN CUARTETO SIN CLASE (OBRERA)

Qué bueno el cuarteto “Pensión imposible”, ese que el otro día actuó en Madrid, por encargo de la Sra. Merkel, poniendo la guinda al pastel de otro acuerdo económico y social maravilloso. Yo no paré de reírme todo el rato.
Sembrada la presentación, en la que el que el que hacía de Cándido Méndez (para mi gusto el tipo era manifiestamente mejorable: más que un sindicalista parecía el miembro de una orden mendicante), dijo aquello de “los trabajadores han recibido con tranquilidad este acuerdo porque, en la medida en que se conoce con detalle, es mejor valorado”. Muy conseguido, también, el personaje del compañero Toxo: desternillante la escena en la que se da cuenta que lleva la chapa de “No a los 67”, y se la arranca de cuajo de la chaqueta, tragándosela directamente. Por esa en la foto de la firma aparece con los carrillos hinchados, no sean malpensados. A mi me pareció un sentido homenaje al marxista más en boga en los últimos tiempos, el mudo Harpo.
La parodia tampoco se quedó atrás. Ese Zapatero buscando de madrugada la farmacia de guardia, para comprar lexatín para los mercados, mientras repite, con la voz de Botín, que la reforma no supone un recorte de derechos sino una ampliación, pero de los beneficios de los fondos privados de pensiones. O el mensaje grabado de Rajoy, diciendo que sí pero no, y viceversa, para terminar asegurando que él no estaba dispuesto a perder el tiempo en políticas a largo plazo, pues lo urgente es que ni el mundo ni España se rompan en 2012, tal como augura la profecía.
Sublime el final del popurrí, con un gancho preguntando por qué demonios los pensionistas tienen que estar financiados con las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas, y no con los impuestos, como el Ejército o la Casa Real. ¡Derrotista!, ¡aguafiestas!, le gritaron los más patriotas, olvidando que aquello era solo carnaval.
Tiene razón, Rubalcaba: no es lo mismo salir de la crisis por la izquierda que por la derecha. Ni por el surrealismo.
(Diario de Cádiz, 10 de febrero de 2011)
COMES NO PARA

Alguien debería investigar si la Compañía COMES tiene intereses de algún tipo en el sector privado. No sé, en alguna petrolera, en alguna multinacional del automóvil, en alguna aseguradora o red de talleres. No puede ser mera casualidad que una empresa occidental, en pleno siglo XXI, trabaje con tanta eficacia en la desaparición del servicio que le da de comer: el transporte público.
Miércoles, 9 de febrero, 6:55 horas, El Puerto de Santa María: la línea M-040 vuelve a dejar tirados a trabajadores y estudiantes. El autobús pasa de largo, ante la mirada estupefacta de los usuarios, que se quedan esperando con la misma esperanza vana con la que Beckett esperaba a Godot. Esta vez, en la parada que iba a sustituir a la habitual, durante un par de días, por reformas en la calle Valdés.
El titular del día de autos (nunca mejor dicho, pues hubo que echar mano con urgencia de los vehículos particulares) podría ser: COMES no para. De hacernos la puñeta.
(Diario de Cádiz, 11 de febrero de 2011)
CUIDADO CON LA CABEZA

He leído que un ciudadano chino acudió al médico para que le recetaran algo contra las migrañas y terminó en la camilla de operaciones, pues tenía alojado en su cerebro un cuchillo de diez centímetros que le dejaron de recuerdo unos atracadores. Más de cuatro años ha estado Li Fu, que así se llama la víctima, con el arma blanca rebanándole la salud. Hasta que dieron con el diagnóstico definitivo, parece que los neurólogos, Li Fu, Li Fa, si me permiten el chiste malo. Creían que el pobre hombre se quejaba de vicio, como el llorón de Mourinho. Dice mucho de su capacidad de aguante que no se le haya ido la olla con el cuchillo dentro.
Tiene razón Kiko Narváez; menos caspa, podemos tener en la cabeza cualquier cosa: un rencor, una paranoia, un estribillo, una diarrea (mental). En algunas, habitan, incluso, con desigual éxito, dependiendo del individuo que la sostiene, cuadrillas de neuronas que en el caso de los varones es sabido que desbarran cada vez que se empeñan en acometer más de una tarea simultáneamente. Las neuronas de los pacifistas esos de Sortu, por ejemplo, han estado tanto tiempo patinando por los eriales yermos de la sinrazón y la barbarie, que ahora es difícil creerles cuando aseguran que debajo de las capuchas hay actividad cerebral tras más de cuarenta años presumiendo de encefalograma plano.
Cada cabeza, como cada casa, es un mundo. Dijo Hemingway que conocer a un hombre y conocer lo que tiene dentro de la cabeza son asuntos distintos, empeño que llevó hasta al extremo de descerrajarse la tapa de los sesos con una escopeta.
Qué misterio el de la azotea humana. ¿Qué tendrá en la cabeza doña Leire Pajín, la ministra que simula que gobierna y es socialista, como tienen que simular los actores en el escenario que fuman?
¿Y doña Celia Villalobos? ¿Qué hay dentro de la mollera de esa señora tan vulgar y maleducada? ¿Una cubertería entera? ¿Una cacerola, quizá, llena de caldo sin hueso de vaca?
(Diario de Cádiz, 24 de febrero de 2011)